El pueblo que no pagará su deuda hasta el año 10.000
Los vecinos de Pioz (Guadalajara) calculan que no podrán pagar la deuda municipal hasta el año 10.000. Y, sin embargo, no es el municipio con mayor deuda por habitante. Ni siquiera está entre los cien primeros. La burbuja inmobiliaria les dejó colgados con promociones equivalentes a unos 7.000 chalets, ahora abandonados, inacabados o vacíos. Sus 3.544 habitantes tienen que asumir 1.823 euros cada uno para cubrir los 6.460.000 euros de deuda del municipio.
Hace poco más de una década, antes de que la burbuja inmobiliaria les estallara en la cara, había trabajo para dar y tomar y el dinero circulaba por el pueblo y se esperaba que el futuro deparara años aún más prometedores.
Con las nuevas urbanizaciones, el pueblo pasaría de poco más de tres mil a 25.000 habitantes. El problema surgió cuando, allá por 2007, los chalets dejaron de venderse y muchos promotores dejaron todo aquello empantanado.
En poco tiempo, Pioz, famoso por su imponente castillo, pasó de la prosperidad a situarse a la cabeza de los pueblos más endeudados de su tamaño en España: 10 millones –unos 3.000 euros por vecino–, en un municipio con unos ingresos de poco más de dos que no llegan ni para pagar los intereses.
La carga financiera surgió porque el ayuntamiento decidió lanzarse a una carrera frenética de inversiones: depuradora, colectores, luces, calles y aceras, rotondas, señalización… y, por supuesto, piscina, centro cultural y ambulatorio.
La lista de municipios con una situación similar es larga. El municipio más endeudo por habitante de toda España, es decir, analizando los 8.000 consistorios del país es el de Santa Cruz del Valle, un pequeño pueblo de Ávila que cuenta con 414 habitantes, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Cada lugareño debe 9.431 euros ya que acumulaba una deuda de 3,9 millones de euros al cierre de 2014 frente al millón de un año antes.
Un incremento que se debe a que la estadística ha aflorado obligaciones que hasta ahora no se habían contabilizado. La mayor parte de la deuda se contrajo antes de la crisis económica con la Caja de Ávila, una entidad que fue absorbida por Bankia. Los responsables del municipio no alcanzaron un acuerdo con la entidad financiera y se ven incapaces de asumir los “intereses leoninos” que cada día hacen la bola de nieve más grande.
Entre los grandes municipios, el campeón de las deudas es Parla (Madrid). Cada habitante de este ayuntamiento madrileño debe 2.869 euros. El pecado capital se encuentra en la inversión pública para poner en marcha un tranvía. Un proyecto que, al final, fue una de las causas que acabó con la carrera política de Tomás Gómez, secretario general de los socialistas madrileños hasta que fue fulminado por la dirección nacional del partido en febrero de 2015.
Por el contrario entre las grandes ciudades, Bilbao se encuentra en una posición financiera envidiable. Su nivel de deuda no llega a los nueve millones de euros y, por lo tanto, cada bilbaíno adeuda solo 25 euros.
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