La energía hunde la competitividad de la industria: cuesta un 66% más que en Francia y un 23% más que en Alemania
La ausencia de una política energética clara en España ha incrementado la brecha entre el precio de la electricidad que paga la industria del país con respecto a sus principales competidores europeos. En 2012, el precio neto del kilovatio hora (Kwh) fue en España de 0,095 euros, un 66% más caro que en Francia y un 23% que en Alemania, según las estadísticas más recientes que maneja el Ministerio de Industria.
Esta diferencia aumentó en el último ejercicio, ya que mientras en España el precio de la electricidad se incrementó un 7,1% con respecto a 2011, en los dos países vecinos experimentó rebajas del 3,4% y el 4,2%, respectivamente. Las cifras se refieren a un consumo industrial de abonados a tarifa entre 2.000 y 20.000 megavatios hora al año (Mwh/año). Es decir, atañe al grueso de la industria mediana del país excluyendo a los grandes consumidores eléctricos.
Estos últimos, no obstante, también sufren un mayor precio de la energía en comparación con alemanes y franceses, aunque en este caso no está ligada a la tarifa sino a los contratos bilaterales firmados con las eléctricas. «El resultado es el mismo porque el precio del megavatio en el mercado a futuro es diez euros más caro que en Alemania y ocho que en Francia, sin contar costes regulados e impuestos», advierte Fernando Soto, director general de la Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía (Aege).
El Grupo Ferroatlántica -el mayor consumidor de electricidad con capital 100% español- advirtió ayer del desgaste que supone la factura eléctrica sobre sus cuentas. Esta compañía perteneciente al Grupo Villar Mir pagó en electricidad en 2012 sólo en España más de 85 millones de euros, un 65% más que hace seis años.
A pesar del secretismo que rodea los contratos entre industria y eléctricas, Ferroatlántica desnudó ayer sus cuentas al advertir que por el mismo suministro de luz paga en sus centros españoles un 37% que en cualquiera de los que tiene repartidos en el resto del mundo.
Los industriales consultados vinculan el alto precio de la electricidad a la equilibrada -y cara- composición del mix energético en España frente al modelo nuclear francés, a los impuestos energéticos y a la poca interconexión con otros mercados europeos, que limita la competencia al impedir firmar contratos de suministro con otras eléctricas extranjeras.
El alto precio de la luz en España en comparación con la media europea se extrapola también a los hogares, con una diferencia del 30% según los datos de Industria. Un grupo de industriales químicos catalanes urgió ayer al ministro de Industria, José Manuel Soria, a que -en el marco de la actual reforma energética que ultima- garantice una rebaja del 25% en el precio de la energía para competir en igualdad de condiciones con otros polígonos europeos.