Ikea, acusada de talar árboles de 600 años y destruir bosques vírgenes
Al norte de la región de Karelia, cerca de la frontera ruso-finlandesa, está uno de los últimos grandes bosques de Europa, en el que el gigante de la decoración, Ikea, extrae buena parte de la madera con la que hace sus muebles. Y no lo hace de forma sostenible.
Una auditoría realizada a Swedwood, filial forestal de Ikea, ha revelado “grandes desviaciones” de las reglas de explotación en los 700.000 acres sobre los que tiene permisos de explotación en Karelia. Estas reglas tratan de mantener la cobertura arbórea prohibiendo la tala de ejemplares ancianos o de ciertos biotopos claves, entre otras cosas.
En una noticia que resalta le multinacional está acusada de acabar con ejemplares de 600 años de edad, los periodistas Louise Gray y Jonathan Leake informan en The Sunday Times de que el Consejo de Administración Forestal (FSC), que certifica la gestión responsable de los bosques, ha retirado a Swedwood (Ikea) el sello de sostenibilidad tras los resultados de este informe.
Se calcula que Ikea, cuyas ganancias globales el año pasado fueron de 2,7 billones de euros, utiliza alrededor de un uno por ciento de la oferta mundial de madera, material que compone el 60% de sus productos.
La política de comunicación de la multinacional de origen sueco insiste en que es una empresa que promueve el cuidado del medio ambiente mediante la colaboración con sellos como el de FSC, que ahora, sin embargo, le ha sido retirado de su principal área de suministro maderero.
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